Zaira Perez, con apenas quince años de edad
28/11/25 10:22 | Locales
Una familia de la región atraviesa una situación médica que los propios profesionales califican como “inexplicable”. Zaira Pérez, de 16 años, fue diagnosticada hace pocas semanas con un cáncer de pulmón que avanzó de manera súbita y agresiva, generando metástasis en distintas partes del cuerpo. Su mamá, Jesica Suárez, decidió hacer público el caso con la autorización de su hija, y lanzó junto a familiares y vecinos una campaña solidaria mediante la venta de pollos para afrontar los gastos diarios del tratamiento.
“Es muy reciente todo esto. Yo no tengo problema en contarlo y mi hija tampoco. Por más que sea menor, necesito su consentimiento para exponerla. Y ella quiere que se sepa lo que está pasando”, cuenta Jesica.
Un caso que desconcierta incluso a los médicos
Todo comenzó con una tos que pareció apenas una bronquitis, luego una supuesta neumonía y finalmente un derrame pleural. Ese cuadro derivó en un infarto pulmonar, y días después se confirmó la presencia de un tumor. Desde ese momento, la enfermedad avanzó a un ritmo que los especialistas no pueden explicar.
“En un mes y medio, desde la biopsia, ya se empezó a desparramar por el cuerpo. No quedó solo en el pulmón: pasó a la cabeza, a la costilla, a huesos del esternón…”, describe Jesica.
Los médicos del Hospital Provincial realizaron incluso reuniones clínicas especiales para estudiar el caso.
“Han venido médicos, hicieron un congreso interno… Querían presentar el caso de Zaira, pero no encuentran explicación. Sacan fotos, hacen estudios, y nadie entiende por qué está pasando esto en una chica de 16 años”, relata.
“La oncóloga se llenó los ojos de lágrimas en el primer encuentro. Este tipo de cáncer lo esperan en una persona de 50 o 60 años, o un fumador compulsivo. No en una adolescente”.
Quimioterapia urgente, viajes constantes y un costo económico imposible de sostener
Por la ubicación de una de las lesiones —en la cabeza, donde no hay espacio para que crezca sin riesgo inmediato—, los médicos debieron comenzar de urgencia una quimioterapia muy fuerte para intentar frenar el avance.
Además, Zaira necesita una dieta estricta, controles constantes y varios viajes por semana a Rosario.
“Alquilo, pago impuestos, tengo más hijos. Trato de rebuscármela, pero esto me sobrepasa en gastos”, explica Jesica.
La familia también planea viajar en los próximos días al Hospital Garrahan en Buenos Aires para buscar una segunda opinión.
“No me quiero quedar con una sola explicación cuando nadie entiende por qué le está pasando esto. Necesito otra mirada, otro equipo médico”.
La solidaridad que empezó por iniciativa de Zaira
En medio del impacto emocional y económico, la propia Zaira fue quien propuso organizar una campaña solidaria junto a su tío y amigas de la familia.
“Mi hija y mi hermano tuvieron la iniciativa de hacer una pollada. Joana Palombarini se puso la 10 desde el día uno. Estamos vendiendo todo lo que podemos. Por poquito que sea para la gente, para nosotros es un montón”, agradece Jesica.
“Nos donaron cajones de pollo, pero igual es muchísimo. Lo que se recaude me permite poner nafta, viajar tranquila, pagar estudios y todo lo que viene”.
La familia también está difundiendo un alias para quienes quieran colaborar con cualquier monto: “aunque sean 200, 100, 50 pesos… todo suma y hace una diferencia enorme”, repite Jesica.
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