El maestro Pereyra junto a alumnos
24/10/25 23:51 | Locales
La escuela de Taekwondo Baek Ho Tigre Blanco vivió una experiencia sagrada practicando Taekwondo en el templo en donde habita la sabiduría: sus alumnos viajaron a San Fernando para visitar al gran maestro Roberto Pereyra, guardián de los valores tradicionales de esta disciplina, quién recibió una gran sorpresa en su cumpleaños número setenta:
“Lógicamente, el primer sorprendido fui yo porque vinieron en tres autos, desde Arroyo Seco y General Lagos. Se aparecieron con una caja grande, con una sorpresa. Yo primero pensé que era un lavarropa o una heladera. Después vi que estaba llena de artículos para la práctica, de palmetas, que compraron entre todos. Mis alumnos también fueron cómplices. Y realmente las necesitábamos, porque las palmetas que teníamos nosotros eran muy viejas. Hoy mismo se estrenaron”, mencionó Roberto Pereyra, muy feliz por el agasajo y la distinción
Como taekwondistas, cuidamos y atesoramos lo que aprendimos cuando éramos jóvenes y buscamos conservarlo tal cual es. Como encontrar un tesoro y preservarlo. Para mí el taekwondo se formó y se creó durante diez años, con un práctica que se volvió sólida, y que luego logró madurar y tomar la identidad coreana, que es la que yo trato de preservar y enseñar. Hoy en día con el taekwondo moderno, todo eso tan antiguo y tan valioso, se lo ha ido dejando de lado y se lo fue deformando por los diferentes reglamentos que se fueron aplicando en la parte deportiva. Es una lástima que algo que tenga tanto valor histórico y marcial, hoy en día se lo deje de lado y se lo modifique.
Hoy en día, si se entrenan patadas pensando en hacer puntos, la técnica se modifica simplemente para que haga contacto contra una pechera que tiene un sensor y no tiene la misma eficacia que un golpe marcial que tiene otra finalidad. Nosotros tratamos de desarrollar y de conservar la técnica original.
Hoy cumplo setenta años y me puedo dar el placer de poder entrenar todos los días y sentirme feliz con lo que hago. Yo lamento muchísimo los maestros de mi edad que han dejado de entrenar hace mucho. Al abandonar la práctica han abandonado el amor por el taekwondo, y solamente se dedican a enseñar. Lamento mucho que no lo puedan valorar y disfrutar como yo lo disfruto en este momento. Para mí cada día dar la clase y después de dar la clase quedarme practicando y tratando de mejorar mis movimientos es un verdadero placer y me hace bien”, mencionó Roberto Pereyra
Adrián Cristofani, a su vez, mencionó: “Le caímos todos de sorpresa, él no sabía nada, y una delegación de Santa Fe también vino. Una linda sorpresa. Le agradecemos mucho por recibirnos. Es para nosotros un honor poder ser parte de esta clase que fue magistral, inolvidable, como cada una de sus clases. Ya hace casi diez años que estamos con el maestro. Yo encontré el lugar justo: me gusta el Taekwondo que el maestro nos enseña. Es el camino que nosotros queríamos seguir”
A su vez, el sabón Juan Ignacio Franzi, también presente, manifestó: “Un honor para mí. Bueno, yo sigo el alineamiento de Adrián, que es mi maestro, Adrián, y lo mismo, un honor y muy agradecido, como siempre, al maestro Roberto, al maestro Gustavo, siempre cómo nos recibe, todo lo que nos llevamos de acá, que es mucha información para procesar y para poder volcarla en los demás”
Alumnos de General Lagos, Arroyo Seco y pueblo Esther, han tenido el honor de entrenar con los mejores taekwondistas del país. Un fin de semana a puro Taekwondo: algo que en sus memorias durará para siempre. Fraternidad, camaradería y amistad: los valores que se vivieron intensamente en esta jornada memorable, y que son la base de la escuela “Baek Ho Tigre Blanco”.
Feliz cumpleaños al gran maestro Roberto Pereyra, y por muchos años más de salud e integridad
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